#72 La Copa mola mucho... y podría ser todavía mejor
Un martes de diciembre, todo Boston estaba pendiente de los resultados en New York y Detroit. Normal no es.
Si a principio de temporada me dices que habrá una noche de calculadoras, de estar pendiente de otros resultados, de seguir la jornada NBA con fervor como si le fuera la vida a tu equipo te digo que sí: la última. En abril, el día que todos los equipos juegan y que se pueden decidir puestos de playoffs, play-in o quién acaba con el seed #1 de cada conferencia. Pero la Copa NBA, la bendita copa, ha conseguido que a principio de diciembre, cuando se ha jugado solo un cuarto de la temporada regular, aficiones y franquicias estén siguiendo otros resultados porque les iba la vida en ello.
La NBA nos metió el torneo por la garganta con un embudo, con pistas, uniformes, cambio de nombre, nuevo balón, logo y trofeo, y pese a forzarnos a hablar de él, para bien y para mal (porque lo hay), ha sido un éxito otra vez. Incluso más que el año pasado. Os lo cuento si os suscribís.
Tras ganarle a Miami la noche del lunes, la lógica dictaba que la madrugada del martes al miércoles era libre. Era de desconectar, de pensar en Detroit y sobre todo, Milwaukee a final de la semana. Pero no con la Copa NBA, no con Adam Silver. La noche del martes era para estar pendiente de los partidos del Madison Square Garden y de Detroit, para soñar con, desde el sofá de casa, un milagro que le diera el billete a los cuartos de final. Sucedió, por nueve segundos cuando Mikal Bridges puso a los Knicks +37 (!) ante Orlando, antes de que el equipo de Tom Thibodeau levantara el pie del acelerador por su propio beneficio: evitar a Boston, eliminando al campeón, y jugar contra los Hawks.
En el Oeste, pese a tener la opción de ser más caótico por haber siete equipos con opciones, la paliza de los Thunder dejó la noche sellada y con el triunfo de Dallas solo faltaba por saber el cuadro. Pero estuvimos pendientes de hasta cinco partidos (nadie vio a los Blazers, lo siento). El aficionado de los Warriors siguió los resultados de Houston y Thunder, y viceversa, para saber contra quién jugarían en cuartos de final o si lo harían con factor pista, de igual manera que los Suns soñaban con el triunfo de Memphis. Les debió sentar horrible los últimos seis minutos de Dallas para remontar, pero nos ha quedado un cuadro precioso.
De los ocho clasificados hay un #1, un #2 (faltan Cleveland y Boston), dos #3, un #4, un #5 y dos #6. Todos los equipos que están en cuartos ahora mismo jugarían playoffs directos, incluyendo a los Hawks (sí, a mí también me ha sorprendido la frase). Siete de ellos están entre los 11 equipos con más opciones para el anillo, son de los mejores 14 balances de la NBA y todos tienen récord positivo. Y si Boston o Cleveland hubieran hecho los deberes ante Atlanta, tendríamos a todo candidatos al título, algo que el año pasado no vimos porque se metieron los Kings o los Pelicans. Este año algunos se lo han tomado más en serio por lo que parece.
Justo ayer hablaba con TJ McConnell en el vestuario del Scotiabank Arena sobre la Copa. Sobre qué efecto tenía en los equipos a largo plazo. Los Pacers fueron la gran sorpresa en el In-Season Tournament el año pasado y acabaron jugando milagrosamente las finales de conferencia. “Creo que nos preparó para los playoffs, sobre todo el jugar en un ambiente de playoffs en cuartos de final. Especialmente para los jóvenes”. Y me contaba, ya fuera de micros, como sentía que los equipos menos candidatos al anillo habían visto la oportunidad de competir y darles confianza a largo plazo. ¿Pueden ser los Rockets u Orlando la alternativa este año y acabar en unas finales de conferencia? Quizá.
Y ahora, hablemos de lo malo de la Copa, que hay un rato. Os he preguntado por Twitter si os ha gustado, qué cambiaríais (hay cosas a arreglar) y qué es lo que más os gusta. En general, y viendo las respuestas de anoche durante los partidos, la gente estuvo pendiente, pero vamos a hacerla todavía mejor.
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¿Qué podemos cambiar de la Copa NBA?
Lo primero es el calendario. No tiene sentido que los grupos se decidan en días diferentes si tienen impacto sobre los otros. El año pasado el perjudicado fue Orlando, que vio como Boston ganó por 27 para eliminar a los Magic mientras los de Banchero y Wagner lo veían desde casa; anoche fue al revés, y los Magic pudieron salvarse con Boston en el sofá. ¿Hay solución? Sí, aunque implica cambiar el formato. Los grupos de cinco equipos no permiten que todos jueguen la última noche porque siempre hay un equipo que se queda sin jugar, pero es que 15 no es divisible por ningún número par, solo el 3 y el 5, lo que implica que siempre habrá un equipo que se quede sin jugar la última jornada.
Toca esperar a que lleguen los Sonics y la franquicia de Las Vegas para arreglar el formato: cuatro grupos de cuatro, tres partidos de fase regular y clasifican el primero y el segundo. 16 equipos, como en el playoff, y empezamos en los octavos de final con cuatro series a eliminación directa. Todos los equipos acaban el mismo día, con los partidos a la misma hora (ayer New York jugó media hora más tarde que Detroit y los Thunder dos horas antes que el resto en el Oeste...) para que nadie tenga ventaja. La otra opción sería mezclar conferencias, cinco grupos de seis equipos y clasifican los campeones de cada grupo y los tres mejores segundos. Que puede servir hasta la expansión. Además, usas la Copa como torneo sin conferencias, la gente se queda feliz, y mantienes los playoffs así tal cual. ¿Votos a favor?
Hay más detalles del calendario. Hubo gente confundida por jugar solo dos días a la semana, ¿y si la NBA reserva 10 días para jugar todos los partidos de grupos? Seguidos, cuatro partidos consecutivos sin back-to-back, para que esos 15 días (con cuartos y final-four) sean solo del In-Season Tournament. Como la Commissioner's Cup en la WNBA. Esto serviría para que, además, la NBA no tenga que poner pistas horribles y de colores radioactivos para que sepamos que se está jugando la Copa NBA. Con que pongan el trofeo en el centro de la pista como se hacía antes con las NBA Finals ya debería ser suficiente, basta de verdes, amarillos, rojos y naranjas que solo hacen daño a la vista. Basta, en serio. No queremos pistas, colores, camisetas o pelotas especiales, queremos la emoción y ya.
Otra idea. Mi gran amigo (suscribíos a él) propuso algo interesante: la final-four el fin de semana del All Star. El viernes juegas las semifinales y el domingo la gran final, y mantienes el sábado los eventos: mates, triples, Sabrina contra Curry, etc. Solucionas el problema de que a nadie le importa el All Star y haces del fin de semana un evento competitivo. Tendría más sentido aún si es cierto que quieren mover la Copa a diciembre o enero. Tienes que mantener, por historia, las nominaciones al All Star, pero los jugadores por fin pueden hacer lo que siempre han querido, irse de vacaciones. Esto sería perfecto si añades octavos de final, por lo que tienes dos series en mercados locales con ambiente de playoffs y que cuentan para la temporada regular, y la final four NO cuenta para la regular season.
Conseguimos más partidos de eliminación directa (a favor), más clasificados (a favor), más partidos en mercados locales y no en pistas neutrales (a favor), eliminamos de una vez por todas el All Star (a favor) y le damos a la Copa NBA la oportunidad de lucir en solitario. Solo falta por solucionar un punto más. ¿Qué premio deportivo le damos al ganador del trofeo? Porque lo justo es que si el 97% de los partidos de la Copa cuentan para la temporada regular, el campeón se lleve un premio para/sobre la temporada regular. Algunos habéis propuesto darle el décimo lugar en la clasificación, algo que solo influye si el título se lo lleva un equipo de la parte baja; otros, la opción de darle un extra pick de segunda ronda al equipo ganador.
CONCLUSIÓN: quitar las pistas de colores, cambiar a 5 grupos de 6 equipos, eliminando las conferencias y con todos jugando el último día a la vez. Jugar la final four en el fin de semana del All Star. El torneo lo centras en 10 días donde se juegan toda la fase regular, solo partidos de Copa. Además, el campeón se lleva un premio (seed #10 o pick de segunda ronda). Y post-expansión, 8 grupos de 4, pasan los dos primeros (16), octavos y cuartos en mercado local y el resto igual.
Evidentemente, no es un trofeo perfecto, y le falta mucho incluso para serlo, pero la llegada de la Copa NBA ha sido una grandísima noticia para la NBA (y para sus televisiones). Nos da que hablar en noviembre, nos da emoción en diciembre y si consiguen arreglarlo, podemos tener algo para mucho tiempo. Yo estoy a favor de la Copa, ¿y tú? Pues compártelo.
¿Por qué a los americanos les cuesta tanto sumar?
Dejadme ahora rajar por un minuto. Cómo puede ser que a todo un país, narcisista como ningún otro, le cueste entender un formato que es sencillísimo. Cómo puede ser que todos los humanos mayores de 35 años en Estados Unidos sean incapaces de comprender el sistema del diferencial de puntos, cuándo influye y cuándo no, y que además en su tozudez, se nieguen a intentar entenderlo o a criticarlo. ¿Me veis a mí criticar a la matemática porque no lo entiendo? No, me callo para no quedar como un idiota en público.
Cómo puede ser que el mundo entero permita esta ineptitud social de un país y su sistema educativo. Los últimos 10 días han dado una masterclass en redes sociales de no entender nada y presumir de ello, algo muy americano, el alardear de algo malo. No sé dónde queda México, pero tenemos pistolas y tú no.
Gracias por leer hasta el final, aprecio mucho que 1600 y pico palabras no sean solo para que las lea mi madre. Si te ha gustado, puedes compartirlo con tus amigos, familiares o con esa persona que ya no te hablabas, así como para cortar el hielo y recuperar una bonita relación. Piénsalo.