El mensaje es bastante contra hegemónico. Estamos en una cultura global de individuos superpoderosos por su/nuestro teléfono que les/nos permite acceder a todo (incluso a hacernos millonarios rápidamente, benditas apuestas). Esta ilusión se basa en el mito democratizante de la horizontalidad, pero lo cierto es que las jerarquías siguen existiendo y no todos tenemos algo que contar y que permita construir.
Rompiendo una lanza (?) en favor de los jugadores, entiendo que crean que tienen algo que decir. Por un lado, cualquier desconocido sentado en cualquier lado con su teléfono puede opinar y decir lo que le parezca sobre él las 24hs del día. Por qué, entonces, él que es la figura pública no va a poder decir las cosas también? Por otro lado, la "adicción" de seguir estando en el centro de la escena pública cuando ya el físico no te acompaña para hacerlo a nivel de super élite.
De todas formas, es agotador el ruido que hay en torno a la circulación de contenido. La lógica actual del discurso público nos está volviendo a todos actores insanos. (Spam, en mi newsletter estoy tratando de abordar el tema desde la perspectiva de dirigentes, jugadores e hinchas)
Nos hace falta una reeducación en consumo y uso de las redes sociales que, si bien no va a lograr domar a los algoritmos, si nos permita construir algo mejor que lo que tenemos hoy.
Toda la razón. Y es hipócrita que yo, que no soy nadie, critique a alguien por querer hablar cuando no me callo, pero son esas dos cosas que comentas: creer que por ser figura pública tienen algo que decir y la necesidad de ser el centro de la escena. Muy acertado como siempre, Juan Martín.
El Maestro Juan Manuel Lillo, querido y odiado a partes iguales, dejó en su paso por el fútbol colombiano una declaración para el recuerdo: "Lo que es respetable es el derecho a opinar, pero no todas las opiniones son respetables". (https://www.youtube.com/watch?v=oBmEby-AD8c).
La dijo (lo digo de memoria, sin abrir el link) cuando estuvo en Nacional si no voy errado. Fue el mismo año que yo viví en Colombia y la tengo grabada a fuego porque es 100% verdad.
El mensaje es bastante contra hegemónico. Estamos en una cultura global de individuos superpoderosos por su/nuestro teléfono que les/nos permite acceder a todo (incluso a hacernos millonarios rápidamente, benditas apuestas). Esta ilusión se basa en el mito democratizante de la horizontalidad, pero lo cierto es que las jerarquías siguen existiendo y no todos tenemos algo que contar y que permita construir.
Rompiendo una lanza (?) en favor de los jugadores, entiendo que crean que tienen algo que decir. Por un lado, cualquier desconocido sentado en cualquier lado con su teléfono puede opinar y decir lo que le parezca sobre él las 24hs del día. Por qué, entonces, él que es la figura pública no va a poder decir las cosas también? Por otro lado, la "adicción" de seguir estando en el centro de la escena pública cuando ya el físico no te acompaña para hacerlo a nivel de super élite.
De todas formas, es agotador el ruido que hay en torno a la circulación de contenido. La lógica actual del discurso público nos está volviendo a todos actores insanos. (Spam, en mi newsletter estoy tratando de abordar el tema desde la perspectiva de dirigentes, jugadores e hinchas)
Nos hace falta una reeducación en consumo y uso de las redes sociales que, si bien no va a lograr domar a los algoritmos, si nos permita construir algo mejor que lo que tenemos hoy.
Toda la razón. Y es hipócrita que yo, que no soy nadie, critique a alguien por querer hablar cuando no me callo, pero son esas dos cosas que comentas: creer que por ser figura pública tienen algo que decir y la necesidad de ser el centro de la escena. Muy acertado como siempre, Juan Martín.
El Maestro Juan Manuel Lillo, querido y odiado a partes iguales, dejó en su paso por el fútbol colombiano una declaración para el recuerdo: "Lo que es respetable es el derecho a opinar, pero no todas las opiniones son respetables". (https://www.youtube.com/watch?v=oBmEby-AD8c).
Por ahí va este tema. Gran artículo.
La dijo (lo digo de memoria, sin abrir el link) cuando estuvo en Nacional si no voy errado. Fue el mismo año que yo viví en Colombia y la tengo grabada a fuego porque es 100% verdad.