#40 Sobre excelencia, normalización, resultados y expectativas
Ocho años, seis finales de conferencia, cero anillos. Y un proyecto.
Una de las principales diferencias entre el deporte norteamericano y el resto del mundo es el éxito, y lo que se considera como tal. Me explico: los Juegos Olímpicos tienen medallas, de oro, plata y bronce para los tres primeros. Como los Mundiales, por ejemplo, o las carreras de coches, motos y cualquier otro deporte, tienen un podio para el top-3. Se premia a más de uno, igual que en las ligas europeas de fútbol existen las posiciones de acceso a Europa, o incluso evitar el descenso como premio. Competiciones continentales, copas con diferentes formatos, supercopas, intercontinentales... cada deporte tiene sus alternativas. En Estados Unidos no, solo hay un ganador. Compiten 30, pierden 29. Y si no eres ese uno, ese único vencedor, no eres bueno. Eso es lo que se vende. Hablemos de ello.
Los Celtics jugarán las finales de conferencia es una de las frases más usadas en los últimos años. Exactamente seis veces en los últimos ocho años: 2017, 2018, 2020, 2022, 2023 y esta temporada, 2024. Y sí, antes de que sigáis leyendo vamos a hablar del problema. 0 anillos, unas finales (por ahora), y cuatro de esas ocasiones perdió, dos ante LeBron James y Cleveland y otras dos ante Jimmy Butler. Pero en seis de los últimos ocho años, Boston ha sido uno de los 4 equipos que ha llegado vivo al final de temporada. Que no vale una mierda para colgar banners, para la sala de trofeos y la historia de la ciudad, absolutamente, y mucho menos en la franquicia con más anillos de la historia. Pero seis finales de conferencia son más que once franquicias de la NBA en toda su historia, y hablamos en un periodo de ocho años.
Desde 2016/17, la primera vez que este equipo llegó a las finales del Este, Boston ha ganado 413 partidos en temporada regular, el #1 con 7 de diferencia con los Bucks. Tienen un 64.9% de victorias (solo cuatro franquicias superan el 60%: Bucks, Nuggets y Warriors). Son, desde hoy además, el equipo con más triunfos en playoffs, por encima de Golden State (69 por 68) y tienen el tercer mejor récord de todos los equipos, con 56.5% de victorias (69-53). Y sí, Warriors tiene tres anillos, con Lakers, Denver, Milwaukee, Toronto uno cada uno. Pero todos ellos también tienen al menos una temporada sin jugar playoffs, salvo Milwaukee, que ha perdido en primera ronda cuatro veces. Boston solo en 2021. Con Brad Stevens, Ime Udoka y con Joe Mazzulla como entrenadores, el proyecto siempre ha tenido éxito. Y esa ha sido la excelencia de Boston.
Jugar unas finales del Este en 2017 no era para nada el objetivo. Ni en 2018, cuando Kyrie Irving se unió a Gordon Hayward en la lista de lesionados para el final de la temporada. Tampoco en enero de 2022 se esperaba que Boston estuviera todavía en mayo compitiendo tras estrenar entrenador, directiva y un récord de 50% a mitad de temporada, y llegaron incluso a las finales. Sí, el objetivo es el anillo cada año cuando eres una de las dos franquicias con más historia de la NBA, por supuesto. Pero no ganarlo no es el mismo fracaso cada año, ni mucho menos. Perder contra LeBron James en 2017 y 2018 es lo lógico, sobre todo si tus referentes son Isiah Thomas y un Jayson Tatum de 19 años respectivamente. ¿Perder contra Miami en casa en 2023? Eso sí fue un golpe más duro, que te voy a contar. Yo estaba en el TD Garden.
Seis en ocho sigue siendo una barbaridad. Es un 75% de los casos. Es más probable que los Celtics lleguen a las finales de conferencia que Luka Doncic meta un tiro libre (74.7%), para ponerlo de una manera que sea fácil entender la magnitud. Ha habido fracasos (2023), y sobre todo oportunidades perdidas (2022, 2020). Ha habido también lesiones que han marcado la temporada (2018 x2, 2020 o incluso Rob en 2022) igual que las lesiones han ayudado este año a allanar el camino. Pero Boston ha normalizado jugar a finales de mayo cada año como si fuera lo más común, como si fuera fácil. Como si no implicara excelencia en gerencia, banquillo y vestuario a partes iguales, que todos hagan su trabajo y lo hagan bien. Porque el talento solo no vale, 2019 es la prueba más clara.
Se ha hablado hasta la saciedad de la Heat Culture, de franquicias como San Antonio que crean identidades. Lo que ha hecho Brad Stevens en Boston, primero en el banquillo junto a Danny Ainge y desde 2021 como gerente es lo mismo. Despedir a Ime Udoka es la prueba más clara de la excelencia exigida y cada movimiento tiene el único objetivo de mantener el nivel sin pasar por temporadas de tanking o reconstrucción. Cada año es obligado competir hasta lo que la salud y el talento permitan, y suele ser las finales del Este. Y realmente de todos esos años, solo 2023 y 2024 Boston ha sido máximo favorito para llegar a las finales e incluso ganarlas (algunos dicen 2020, puedo comprarlo aunque Lakers y Clippers eran mejores) (y en 2019 tenía talento para hacerlo pero no quiero hablar de ese año). Hay que separar el objetivo de la realidad a la que aspira el equipo.
Pero también hay que tener en cuenta que Boston compite cada año por 82 partidos y mínimo dos series de playoffs. Seguir a los Celtics te asegura al menos 60 victorias al año entre temporada regular y playoffs, y teniendo en cuenta que a final de año solo gana uno, es un premio que los que nos quedamos noche sí noche también, agradecemos. No dar asco por un pick, no tankear o tener que liberar salarios por un potencial agente libre el año que viene. Y para los que nuestra salud mental dependía (en pasado) de una banda de cinco vestidos de verde, se agradece. Se agradece que cada año, sin excepción, intenten competir para llegar a las finales de conferencia. Aunque no ganen el puto anillo, ya lo sé.
Jaylen Brown ha jugado tantas finales de conferencia como siete franquicias combinadas (BRK, TOR, LAC, MEM, MIN, CHA y NOLA) y más finales de conferencia que doce franquicias, incluyendo a los Nuggets, Mavericks (ahora mismo) o Jazz. No tiene ningún anillo, lo que es una pena, pero se ha pasado cada año de su carrera salvo 2021 peleando por meterse en el top-4 de la NBA, y solo ha fracasado en 2019. Y en 2021, el año que los Celtics pierden en primera ronda, Brown está lesionado y se pierde los playoffs — iban a caer igual, pero bueno. Nunca ha perdido en primera ronda (7-0) y solo una vez en segunda ronda (6-1). Y Tatum respectivamente está en 6-1 y 5-1, al llegar un año más tarde, en sus quintas finales del Este.
Y no, no han ganado ningún anillo todavía. Como Charles Barkley, Reggie Miller, Steve Nash, Allen Iverson, Elgin Baylor, el dúo de Utah que tiene todo tipo de problemas y no quiero mencionar, Pat Ewing y muchos otros. La diferencia es que todavía pueden hacerlo, están a solo ocho partidos. Y si no lo hacen, seguirán siendo excelentes. Y del excelente a la temporada perfecta hay un paso, que a veces cruzarte con LeBron James, Steph Curry o Nikola Jokic no te permite dar. Recordar, gana 1 y pierden 29. Pero los Celtics siempre son los últimos en perder.
#SPAM | El contenido de la semana:
✍️ Os traigo en Gigantes del Basket la offseason para cinco franquicias NBA ya eliminadas: Los Angeles Clippers | Philadelphia 76ers | Milwaukee Bucks | Los Angeles Lakers | Phoenix Suns
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Para nosotros los hinchas se volvió normal que la temporada siga hasta finales de mayo. Y no es normal. Para los seguidores del Real Madrid se volvió normal que el equipo llegue a finales de la Champions, y no es normal. Para el mundo del fútbol se volvió normal en una época que Cristiano y Messi metieran de a 50 goles. Y ahora vemos también caemos en la cuenta de lo extraordinario e inalcanzables que fueron.
Lo de los Celtics de los Jays, del proyecto pensado hace un poco menos de una década, no es perfecto porque le falta el anillo, pero es sobresaliente. Ojalá se de este año, viene tan encaminado que nos preocupa ya. Y si no lo es, el año que viene seremos nuevamente candidatos y podremos volver a intentarlo. Darse cuenta y disfrutar eso no se si es un signo de madurez, de paternidad (posta, cambia la vida eh) o qué, pero es buenísimo